Era la oportunidad de mi vida, pero el caótico
tráfico en la Av. La cultura me puso entre la espada y la pared. Tenía que
elegir entre mis estudios universitarios o un puesto fijo como asistente de
administración en una importante compañía. Con mucho pesar, decidí por la primera opción, aunque aún lamentaba ello.
"A los 30 días de haber comenzado a trabajar,
tuve que renunciar porque llegaba
tarde a las primeras horas de clases en mi universidad. Estuve a
punto de perder el semestre". "Pese a que era una oportunidad laboral
muy importante para mí, decidí
renunciar por el tráfico. Los profesores me llamaban la atención
todos los días por llegar tarde y ya no podía soportar más".
Yo vivo en el distrito de San Jerónimo, iniciaba mi recorrido a las seis de la mañana
para poder llegar temprano a mi trabajo y tenía que llegar a las siete al distrito de Santiago donde mi trabajo. Pero, por la congestión
vehicular que aumento en estos últimos años llegaba casi a las siete y cuarenta o a veces a las ocho de la
mañana. Después de mi trabajo regreso a la una de la tarde para poder llegar a
las dos de la tarde a mis clases de la universidad y también era lo mismo la congestión vehicular.
Sin embargo, todos los días siempre el servicio público
se retrasaba entre 40 y 60 minutos
debido al tráfico vehicular porque a las siete de la mañana y a la una de la
tarde hay mucho tráfico principalmente en la Av. La cultura se podría decir que
esta hora son hora punta porque los escolares, estudiantes universitarios,
docente y trabajadores de distintos ámbitos se están dirigiendo a sus
instituciones para poder laborar y a la una de la tarde ya también salen los
escolares de sus centros de estudios.
Los pasajeros están que se desesperan porque tienen
que llegar temprano a sus centros de trabajo y estudio; golpean el carro están
que le reclaman al conductor hasta le ponen nervioso con la actitud que tienen
cada uno de ellos.
En más de una oportunidad, me libre de ser asaltada en el
vehículo de transporte público. "He visto cómo los delincuentes suben a
los carros, roban a los pasajeros, aprovechando que el carro está repleto de pasajeros.